La ONG Projecte Home Catalunya atendió en 2023 a un total de 1.553 personas con adicciones, un dato que se incrementa un 4,5% respecto a 2022. La organización, que cuenta con ocho centros en los que ofrece programas de atención y tratamiento, también ha atendido a 1.131 familiares, a los que considera un "pilar básico" en la terapia porque "son los que sufren en primera línea las consecuencias de la adicción".
Una afirmación que constata Margarita, madre de un joven de 27 años adicto a la cocaína y en tratamiento. "Se necesita más que un ‘te quiero’", ha señalado ante los medios de comunicación. "Somos conscientes (los familiares) de que hay un problema, pero no sabemos hasta qué punto es un problema o hasta qué punto se puede convertir en un problema", ha añadido. En el caso de su hijo, el abuso de la cocaína y el alcohol vino acompañado de deudas y noches sin aparecer por casa. Fue entonces cuando decidieron pedir ayuda profesional. "Es el momento más complicado", ha recordado.
La directora de Projecte Home Catalunya, Neus Canals, ha explicado que las familias tienen diversas funciones a la hora de acompañar a una persona en tratamiento o incluso antes, porque pueden ser un factor de prevención. En el caso de una adicción, pueden ser un factor de protección a la hora de identificar situaciones de riesgo y posibles recaídas; un factor de apoyo, ya sea emocional o económico; y un factor de motivación para incentivar y promover el cambio.
Según datos de la ONG, la cocaína sigue siendo la principal sustancia que provoca el ingreso en el programa de tratamiento, con un 45,1%, siendo los hombres los que más abusan de ella. Le sigue el alcohol con un 41,9%, y son las mujeres las que más piden ayuda por su consumo. A mucha distancia se sitúan el cannabis (4,1%), la heroína (3,1%) y las adicciones comportamentales (2,3%), donde se encontraría el abuso de las pantallas.
La directora del proyecto también ha señalado que el consumo de alcohol sigue creciendo y se confirma la tendencia sostenida en los últimos cinco años. Además, junto a la coordinadora de los Programas de prevención, Cristina Delgado, ha apuntado que actualmente los atendidos llegan al proyecto con "mayor vulnerabilidad".
En cuanto a los perfiles que acuden a pedir ayuda, el 78,9% son hombres y el 21,1% son mujeres, una cifra que según la ONG señala que aún es evidente que las mujeres tienen más difícil acceder a estos programas. Canals ha apuntado que, además, sufren un "doble estigma" por el hecho de ser mujeres.
En el caso de ellas, un 59,8% presenta patología dual (cuando hay un diagnostico de trastorno mental además de la adicción) a la hora de pedir ayuda, mientras que en los hombres la cifra se reduce hasta el 28,6%.
La ONG también ha explicado que, según sus datos, casi dos de cada tres personas que acompañan a los usuarios del proyecto son mujeres (65,1%), mientras que en el caso de los familiares son las madres las que se encargan de dar apoyo con un 30,1% del total, seguidas por los hermanos con un 19,6%, padres con un 16,6% y la pareja con un 16%.
Apoyo a los jóvenes
Entre los jóvenes, la edad media es de 20 años. El 82,7% de los atendidos en el Projecte Jove fueron chicos y el 17,3% fueron chicas. El 54,6% acudieron por consumir cannabis; el 16%, por adicciones comportamentales (abuso de pantallas, videojuegos y apuestas); el 13,6%, por usar cocaína; y el 12,3%, por tener problemas con el alcohol.
Existen diferencias entre el colectivo de adolescentes de 17 años o menos. En este caso, el 91,7% fueron atendidos por consumo de cannabis y el 8,3% restante por adicciones comportamentales. Entre los jóvenes de 18 años o más, el cannabis es la primera adicción, con el 47,8%. Le siguen las adicciones comportamentales, con el 17,4%; la cocaína, con el 15,9%; y el alcohol, con el 14,5%.
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